
El Cerrito, un apacible sitio rodeado de montañas, arrozales y verde vegetación del cantón Rocafuerte, se encuentra con el corazón destrozado. Este territorio, conocido por su tranquilidad y su gente trabajadora, se vio manchado de sangre, muerte y desconsuelo la tarde del sábado 25 de octubre, cuando la violencia irrumpió en medio de una jornada de camaradería.
En una vivienda donde varias personas compartían, jugaban naipes, reían y conversaban como cada fin de semana, la paz se transformó en horror. Eran alrededor de las 17:00 cuando, según testigos, cuatro sujetos a bordo de un automóvil gris llegaron hasta el lugar. Dos de ellos descendieron armados con una pistola calibre 9 milímetros y un fusil, según confirmó el coronel Lenín Peralta, comandante subrogante de la Zona 4 de la Policía Nacional.
El oficial explicó que los sicarios atacaron primero a dos hombres que se encontraban en el ingreso de la propiedad, y luego descargaron una ráfaga de disparos contra quienes permanecían en las mesas jugando naipes. Algunos intentaron correr, pero fueron alcanzados por las balas. Otros quedaron tendidos en el suelo, entre las barajas, las sillas plásticas y la tierra manchada de sangre.
El ataque dejó ocho víctimas mortales, identificadas como Luis Fernando Saltos Vizueta (39 años), Juan Bosco Moreira Vera (52), Carlos Anthony Alcívar Zambrano (24), Óscar Eduardo Vera Alcívar (27), Javier Fernando Alcívar Pinargote (44), Pedro Luis Zambrano Moreira (24), Ramón Eduardo Alcívar Muñoz (51) y un adolescente de 17 años. Cuatro de ellos murieron en el sitio, mientras que las otras cuatro personas fallecieron en el Hospital Básico de Rocafuerte.
Una novena víctima fue trasladada en estado crítico a una casa de salud en Portoviejo. La Policía Nacional confirmó que ninguna de las víctimas registra antecedentes penales. Sin embargo, las unidades de Criminalística y la DINASED manejan varias líneas investigativas para determinar el móvil de este crimen que ha dejado al campo manabita sumido en el dolor.
Rocafuerte revive así otro episodio de terror. El pasado 5 de octubre, los esposos Valeria Valentina Alcívar Falcones (30 años) y John Jairo Vera Cedeño (32) fueron hallados sin vida, embalados en sacos de yute en el sector Las Maravillas.



