ECUADOR NO PUEDE PERDER EL ‘TREN MINERO’
Mientras Ecuador se centra en el combate contra la minería ilegal, sin éxito, nuestro vecino Perú continúa atrayendo inversiones millonarias que transforman su economía y generan oportunidades para millones de ciudadanos. Y su capacidad para atraer capitales no radica en la riqueza de su suelo, sino en el diseño de una institucionalidad que no se se ve afectada ni con la peor convulsión política. Perú ha construido un marco jurídico estable que trasciende los vaivenes políticos, una Constitución y normas menores que permanecen inalterables pese a los cambios de gobierno. Una estabilidad que sopesan los inversionistas, y que a Ecuador le falta. Esta es una ‘oportunidad de oro’ que no podemos dejar pasar. Es imperativo que el país combata la minería ilegal y proteja los recursos naturales de la depredación, pero esta batalla no puede estar limitada a una única estrategia. Se requiere perseguir la irregularidad con mano firme mientras, paralelamente, se construye un modelo que dé la bienvenida al capital extranjero. No podemos seguir aprobando tasas impositivas sin consensos con los sectores productivos, ni modificando las reglas del juego. Esa improvisación de años ya nos ha condenado al retroceso, en un mercado global cada vez más exigente y competitivo.



