El sector bananero de Ecuador, primer exportador mundial de esta fruta, pretende ser pionero a escala global en la implantación de una herramienta de medición de huella hídrica y de carbono desarrollada por el Foro Mundial Bananero de la FAO. El objetivo es obtener la radiografía más exacta de su consumo de agua y de su reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. La herramienta fue presentada durante la celebración del “Banana Time 2025”, la convención de la industria bananera de Ecuador y la más grande de América Latina sobre la fruta, que organiza anualmente la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), en Guayaquil. Con ello, el gremio busca reforzar su sostenibilidad para crecer como el mayor proveedor de esta fruta para la Unión Europea (UE), el mercado que exige más certificaciones de buenas prácticas ambientales y mayores acciones concretas frente al cambio climático. «Estamos para ayudar a Ecuador a tener herramientas estandarizadas a nivel global para obtener la huella hídrica y de carbono que permita informar a todos los compradores, también a los europeos, de las buenas prácticas», señaló Víctor Prada, del Foro Mundial Bananero.
LA PRODUCCIÓN DE BANANO EN ECUADOR Una medición científicamente comprobable de estos valores en la producción bananera de Ecuador, que tiene cerca de 400.000 hectáreas entre plátanos y bananos, permitiría el acceso a mercados de carbono y una financiación de la que no dispone. Con los que podría lidiar con desafíos en materia de regulación, seguridad y plagas, comentó el director general de AEBE y coordinador del Clúster Bananero y Platanero de Ecuador, José Antonio Hidalgo. «(La reducción de emisiones de carbono) es otro activo intangible que no estamos explotando en Ecuador», apuntó Hidalgo, quien señaló la necesidad de realizar cambios regulatorios para que esos fondos lleguen con la ayuda de entidades estatales. «Vamos a trabajar un fondo para liderar la medición de la huella hídrica y de carbono. Esto tiene que implementarse adaptado a la realidad del país y ser integrado por cada productor», agregó.
CRECIMIENTO ENTRE AMENAZAS Y DESAFÍOS Ecuador espera culminar el año con cifras de exportación de banano similares a su mejor año histórico, en medio de circunstancias desafiantes locales en materia de seguridad, y volátiles internacionalmente, con tensiones geopolíticas y comerciales que inciden en precios y en cadenas logísticas. La expectativa es acabar 2025 con un volumen exportado de entre 380 y 390 millones de cajas de 40 libras (18,14 kilos) a 74 países, un valor similar a los 386 millones de cajas exportadas en 2022, según las estimaciones del Observatorio Estadístico del Banano de AEBE. En ese sentido, el ‘Banana Time 2025’ concluyó el viernes después de tres jornadas centradas en congregar a toda la cadena de valor de esta industria para aunar esfuerzos que protejan al banano del crimen organizado que operan en Ecuador y de la prevención y control de las plagas que lo acechan, en busca de resiliencia y sostenibilidad bajo las pautas de la Visión 2030.
LLAMADA A COOPERACIÓN LOCAL E INTERNACIONAL Una jornada estuvo dedicada a la plaga del Fusarium R4T, que afectó plantaciones en países como Colombia, Perú y Venezuela, y que se sospecha que pudo llegar a Ecuador, lo que hizo que expertos de estos países, así como de Brasil, presentasen las últimas investigaciones para neutralizar este hongo que enferma a las plantas de banano. Asimismo, el director ejecutivo de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad) de Ecuador, Patricio Almeida, incidió en la necesidad de alcanzar acuerdos internacionales en protocolos de combate a estos males y en la urgencia de que los pequeños productores, que son la mayoría en Ecuador, se impliquen en incorporar los protocolos contra el R4T. La convención culminó con la entrega de los premios “Banana Awards”, donde se premió a las empresas y actores del sector con mejores prácticas en diversos campos, como la sostenibilidad.