En un hecho histórico para el Ecuador y América Latina, Manabí fue oficialmente proclamada Región Gastronómica Mundial 2026 por el Instituto Internacional de Gastronomía, Cultura, Artes y Turismo (IGCAT).
La entrega del reconocimiento se realizó en un emotivo evento celebrado en la Escuela Restaurante Iche en San Vicente, capital del cantón del centro norte de la costa ecuatoriana, con la presencia de autoridades nacionales, líderes internacionales, representantes del sector privado y comunidades locales.
Este nombramiento convierte a Manabí en la primera región del continente americano en recibir esta distinción, posicionando a la cocina ecuatoriana en la escena global como una expresión viva de sostenibilidad, resiliencia y riqueza cultural.
“La candidatura de Manabí demostró la excelencia de sus técnicas ancestrales y la hospitalidad de su gente, pero sobre todo su visión de la gastronomía como herramienta para un turismo sostenible e inclusivo.” resaltó Diane Dodd, presidenta del IGCAT.
La designación reconoce a la gastronomía como actividad virtuosa para el desarrollo regional, al dinamizar la economía local, preservar el patrimonio alimentario y fomentar el emprendimiento desde una identidad territorial profunda.
Compromiso con la transformación: Manabí cocina futuro
Durante la ceremonia, Orazio Bellettini, director de la Fundación para los Emprendimientos Gastronómicos y las Oportunidades Sostenibles (FUEGOS), fue nombrado Embajador del IGCAT, integrándose a un selecto grupo de referentes globales como el chef Joan Roca (Cataluña).
“Este nombramiento es un reconocimiento al esfuerzo colectivo de nuestra gente. Manabí cocina futuro: identidad, memoria y esperanza. Ahora, este premio nos ofrece visión y claridad sobre el destino de nuestra provincia, convirtiendo cada desafío en una oportunidad de desarrollo sostenible y orgullo para las próximas generaciones.” Mencionó Orazio Belletini, embajador del IGCAT.
Este hito también marca el inicio del Plan Quinquenal “Manabí, Bicentenario de una Gastronomía Milenaria” (2025–2029), una hoja de ruta con una inversión estimada de USD 16,9 millones para transformar el territorio desde su identidad alimentaria. El plan articula 8 programas y 12 proyectos enfocados en:
- Revalorización de saberes ancestrales y economías sostenibles
- Formación de liderazgos comunitarios
- Internacionalización de productos y destinos manabitas
- Turismo regenerativo, seguridad alimentaria y juventud rural
El Plan Quinquenal incorpora escuelas de gobernanza y formación de liderazgo que capacitan a jóvenes y mujeres en gestión territorial. Estas escuelas respaldan la implementación de políticas públicas promovidas en la Asamblea Nacional y articuladas con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), incluyendo formación para combatir Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (PDA), centradas en sistemas agroalimentarios, desarrollo rural y la identidad manabita. El objetivo: rescatar saberes culinarios ancestrales, preservar la cultura local y fortalecer la ruralidad como motor de crecimiento sostenible y cohesión social.
Ecosistema de impacto: gobernanza, innovación y proyección internacional
El Comité Promotor de Manabí Región Gastronómica Mundial 2026, conformado por el Gobierno Provincial de Manabí, Fundación FUEGOS, la Cámara de Industrias y Producción de Manabí, y ULEAM, lidera este proceso con un modelo de gobernanza participativa y descentralizada.
Como parte estratégica del Plan Quinquenal, Futuros Urbanos impulsa sistemas agroalimentarios regenerativos con liderazgo juvenil y femenino. Es un modelo participativo que promueve la reconexión con la tierra, la inclusión social y la sostenibilidad ambiental.
En Manabí, el programa se ejecuta en la Mancomunidad Pacífico Norte MANPANOR (Sucre, San Vicente, Jama, Pedernales y Chone) por la Fundación FUEGOS, con apoyo de Hivos y financiamiento de la Fundación Botnar. Sus acciones incluyen huertos urbanos, ferias campesinas, formación en oficios gastronómicos y espacios intergeneracionales. Futuros Urbanos forma parte de una red global activa en 10 ciudades intermedias de cinco países y tres continentes, con el objetivo de construir sistemas alimentarios inclusivos, sostenibles y resilientes al clima.
Este reconocimiento es solo el primer paso para construir un modelo de desarrollo regenerativo desde la gastronomía, proyectando a Manabí —y al Ecuador— como referente global de innovación con identidad.