Decenas de jóvenes, acompañados de sus padres y hermanos, amanecieron en la vereda del Fuerte Militar el Pintado, en el sur de Quito, en busca de un cupo para el servicio militar voluntario. Cubiertos con plásticos, carpas improvisadas, cartones en el piso y cobijas, soportaron el frío de 8 grados durante la madrugada de este sábado. Al amanecer, la fila creció hasta convertirse en cientos de aspirantes que acudieron a la convocatoria de la Dirección de Movilización del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Son jóvenes entre 18 y 21 años inscritos para realizar su servicio militar en el Ejército, la Marina y Aviación, por un periodo de un año.
Muchos de ellos ven en el servicio militar una oportunidad de formación personal y profesional. A escala nacional se inscribieron 12 700 aspirantes para competir por 5 000 cupos. Los postulantes seleccionados pasaron evaluaciones médicas, físicas, psicológicas, toxicológicas y revisión de tatuajes para detectar posibles nexos con grupos de delincuencia organizada. Durante el año de conscripción, recibirán USD 225 mensuales, alimentación, dotación de equipos de intendencia, seguro de salud en el ISSFA, capacitación técnica y se graduarán como soldados de reserva.