Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, explicó que el golpe económico de los apagones ya se siente con fuerza. «El costo es sumamente fuerte, sobre todo para los pequeños comercios y empresas.
A algunos la situación los ha puesto de rodillas y a otros ya los ha enviado a la lona», apuntó En una semana de apagones ya se suman pérdidas de $700 millones solo en ventas de la economía formal. No se cuenta la economía informal que también se ha visto afectada por la crisis eléctrica. González recalcó que debido a lo difícil de la situación es «justo y necesario buscar formas de alivianar el golpe especialmente en los pequeños».
En este sentido, se propone establecer plazos más largos para pagar obligaciones con el Estado, desgravar o eliminar aranceles de productos que se usan para enfrentar los apagones. También es importante la previsibilidad, es decir, que los cortes de luz se sepan con anticipación y que se cumplan los horarios. González dijo que «la actitud del comerciante y el pequeño empresario es digna de rescatar. A pesar de las dificultades intenta salir» Lo ideal es que ya no existan cortes de energía y eso solo se logará si se adopta un modelo de liberalización del sector energético.
Las reformas a la «Ley no más apagones», de acuerdo con González, son un paso positivo, pero insuficiente. «La realidad energética del país pide a gritos inversión privada. La situación se puede resumir en una palabra: déficit eléctrico. Hay más demanda que oferta de energía. Más consumo de energía que generación de energía», apuntó el presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil.
