Muertes en frontera de EE.UU. van en aumento

Acompañado de cuatro agentes, Juan Pablo baja la montaña, dándole la espalda a una estatua de Jesús con los brazos abiertos que corona la cima. En la base, dentro de una ambulancia, está su esposa. La Patrulla Fronteriza ubicó a la pareja después de que cruzaron hacia Estados Unidos desde México en una zona desértica al este de El Paso (Texas). 

Ambos tienen 25 años y vienen de Honduras. Su intención era pasar sin ser detectados, pero tras horas intentando esconderse de las autoridades, a más de 40 grados centígrados, el cuerpo de Kensy no dio más y colapsó. Cada vez más personas son atendidas de emergencia o mueren en la zona fronteriza. Las altas temperaturas que han superado récords históricos y las nuevas restricciones al asilo promulgadas por la Administración de Joe Biden podrían agravar esta situación. 

Cuando la Patrulla Fronteriza necesita el apoyo de emergencia con un migrante, suena una alarma en la estación de bomberos de Sunland Park. El cerro Cristo Rey, adornado por la estatua religiosa de más de 8 metros, resalta en esa área, que también es un conocido paso de migrantes. «El verano es la temporada en la que estamos más ocupados», señala Daniel Medrano, jefe del Departamento de Bomberos. 

«Esto no para y aún quedan cuatro meses», agrega. La mayoría de las personas que atienden están en «muy malas condiciones«. En otros casos, se encuentran ya con un cadáver. El problema se extiende más allá de esta región. Desde hace cuatro años, el número de migrantes que mueren o que son atendidos de emergencia en toda la frontera sur no para de aumentar. 

En 2022, el último año para el que se tienen datos, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) reportó haber encontrado 895 cuerpos de migrantes fallecidos en la zona fronteriza.

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