La situación en el Barrio Santa Mónica es preocupante debido al grave deterioro del pavimento y la poca llegada del agua potable. Aunque la recolección de basura es constante, el principal problema radica en la insalubridad de la entrada a los callejones.
Las calles se encuentran en mal estado, sin mantenimiento adecuado, y aunque el sistema eléctrico funciona intermitentemente, el sector lleva dos meses sin agua. A pesar de los reclamos a las autoridades competentes, estos han sido ignorados, lo cual es inaceptable ya que se espera que estén atentos a las necesidades de los moradores.
José Villamarín expresa su descontento ante la falta de agua y por la falta de iluminación en los callejones, lo cual representa un peligro para la comunidad. Además, resalta la preocupante situación de seguridad porque incluso tienen miedo de estar en los espacios públicos como una cancha.
Para otro morador, las obras realizadas por el Municipio tienen muchas fallas porque dejan calles rotas e incluso no ponen una señal y permanecen tiempo sin arreglar.
Es crucial que las autoridades cumplan con sus promesas y se ocupen de las necesidades de los barrios, no solo durante épocas electorales. La seguridad y el bienestar de la ciudadanía deben ser prioritarios, por lo que se espera una pronta respuesta y acción por parte de las autoridades pertinentes.