La Corte Internacional de Justicia (CIJ), que albergó dos audiencias públicas hace una semana tras la petición de medidas cautelares por parte de Sudáfrica, ha exigido a Israel que detenga “inmediatamente su ofensiva militar y cualquier otra acción en la gobernación de Rafah que pueda imponer al grupo palestino en Gaza condiciones de vida que puedan causar su destrucción física total o parcial”.
En la sentencia aprobada con el voto a favor de 13 jueces y dos en contra (entre ellos el juez ad hoc israelí Aharon Barak), el presidente de este tribunal de la ONU, Nawaf Salam, ha señalado que las medidas provisionales que adoptó en marzo no abordan plenamente las consecuencias del cambio de la situación humanitaria que “puede calificarse de desastrosa”. “Israel no ha llevado a cabo ni llevará a cabo actividad militar en la zona de Rafah que cree condiciones de vida que puedan conducir a la destrucción de la población civil palestina, total o parcialmente”, ha respondido el Consejo de Seguridad Nacional y el ministerio de Exteriores en Jerusalén, que ha definido las acusaciones de genocidio por parte de Sudáfrica como “falsas, escandalosas y repugnantes”.
“Tras el terrible ataque terrorista contra los ciudadanos de Israel el 7 de octubre de 2023, Israel se embarcó en una guerra defensiva justa para eliminar al grupo Hamas y liberar a nuestros secuestrados”, ha añadido el comunicado difundido por el gabinete del primer ministro, Benjamin Netanyahu.
