JUSTICIA INDEPENDIENTE; SI NO, NADA
En Ecuador todos sabemos que la justicia no anda bien. Está llena de trabas, favoritismos y decisiones que muchas veces no tienen lógica. Por eso, cuando se anunció que el sistema judicial entraba en emergencia, más de uno pensó: “¡Al fin algo se va a mover!”. Pero, como suele pasar, la emoción en la casa del pobre duró poco. Lo que debería ser una oportunidad para arreglar un sistema clave para el país, parece estar siendo usado como una jugada política. Y eso huele feo. En vez de pensar en jueces capacitados, procesos más ágiles y decisiones justas, lo que estamos viendo es cómo se cocinan reformas con nombres y apellidos. El ejemplo más escandaloso es el de la terna para presidir la Corte Nacional de Justicia. ¿El favorito? Un abogado que ha defendido a narcos y que ha sido criticado por su falta de capacidad. ¿Eso es lo mejor que tenemos? ¿Así vamos a liderar una emergencia judicial? Para colmo, en la Asamblea metieron a última hora una reforma que le daría poderes extraordinarios al próximo presidente de la Corte. ¿Adivinen quién sería ese presidente? Justo el candidato que ya suena como el elegido. ¡Qué coincidencia! El país necesita justicia, sí. Pero una que sea independiente, seria y que no se use como arma para callar a quienes incomodan. Porque sin eso, no hay seguridad ni para invertir, ni para vivir